Vísperas

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO 

Y dijo el Señor Dios en el principio:
«¡Que sea la luz!» Y fue la luz primera.
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!
 
Y dijo Dios: «¡Que exista el firmamento!»
Y el cielo abrió su bóveda perfecta.
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!
 
Y dijo Dios: «iQue existan los océanos,
y emerjan los cimientos de la tierra!»
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!
 
Y dijo Dios: «¡Que brote hierba verde,
y el campo dé semillas y cosechas!»
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!
 
Y dijo Dios: «¡Que el cielo se ilumine,
y nazca el sol, la luna y las estrellas!»
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!
 
Y dijo Dios: «¡Que bulla el mar de peces;
de pájaros, el aire del planeta!»
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!
 
Y dijo Dios: «¡Hagamos hoy al hombre,
a semejanza nuestra, a imagen nuestra!»
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!
 
Y descansó el Señor el día séptimo.
Y el hombre continúa su tarea.
 
Y vio el Señor
que las cosas eran buenas.
¡Aleluya!

SALMODIA

Ant. 1. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Salmo 135
HIMNO PASCUAL A DIOS POR LAS MARAVILLAS DE LA CREACIÓN Y DEL ÉXODO
Alabar a Dios es narrar sus maravillas (Casiano).
I

Dad gracias al Señor porque es bueno:
porque es eterna su misericordia.
 
Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su misericordia.
 
Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su misericordia.
 
Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su misericordia.
 
Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su misericordia.
 
Él afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su misericordia.
 
Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su misericordia.
 
El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.
 
La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.

Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Ant. 2. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

II

Él hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su misericordia.
 
Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.
 
Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su misericordia.
 
Él dividió en dos partes el mar Rojo:
porque es eterna su misericordia.
 
Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.
 
Arrojó en el mar Rojo al Faraón:
porque es eterna su misericordia.
 
Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.
 
Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su misericordia.
 
Dio muerte a reyes poderosos:
porque es eterna su misericordia.
 
A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su misericordia.
 
Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su misericordia.
 
Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su misericordia.
 
En heredad a Israel su siervo:
porque es eterna su misericordia.
 
En nuestra humillación, se acordó de nosotros:
porque es eterna su misericordia.
 
Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su misericordia.
 
Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su misericordia.
 
Dad gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.

Ant. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

Ant. 3. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.

Cántico  Ef 1, 3-10
EL PLAN DIVINO DE LA SALVACIÓN

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
 
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
eirreprochables ante Él por el amor.
 
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
 
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
 
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.

Ant. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.

LECTURA BREVE 1 Tes 3, 12-13

Que el Señor os haga aumentar y rebosar en amor de unos con otros y con todos, así como os amamos nosotros, para que conservéis vuestros corazones intachables en santidad ante Dios, Padre nuestro, cuando venga nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

RESPONSORIO BREVE

V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
V. Yo dije: "Señor, ten misericordia."
R. Porque he pecado contra ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.

MAGNIFICAT Lc 1, 46-55
ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
 
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
 
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
 
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.

PRECES

Cristo quiere que todos los hombre alcancen la salvación. Digámosle, pues, confiadamente:

Atrae, Señor, a todos hacia ti.
 
Te bendecimos, Señor, porque nos has redimido con tu preciosa sangre de la esclavitud del pecado;
— haz que participamos en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
 
Ayuda con tu gracia a nuestro obispo N., y a todos los obispos de la Iglesia,
— para que con gozo y fervor sirvan a tu pueblo.
 
Que todos los que consagran su vida a la investigación de la verdad logren encontrarla
— y que, habiéndola encontrado, se esfuercen por difundirla entre sus hermanos.
 
Atiende, Señor, a los huérfanos, a las viudas y a los que viven abandonados
— ayúdalos en sus necesidades para que experimenten tu solicitud hacia ellos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa de la Jerusalén celestial,
— allí donde tú, con el Padre y el Espíritu Santo, serás todo en todos.
 
Adoctrinados por el mismo Señor, nos atrevemos a decir: 

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad  en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. 

ORACIÓN

Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque el día ya se acaba; sé nuestro compañero de camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra esperanza, así nosotros, junto con nuestros hermanos, podremos reconocerte en las Escrituras y en la fracción del pan. Tú que vives y reinas.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.